UNA EXPOSICIÓ COM UN CONJUR
Meditación situada
29.06.18 – Ca’n Felipa
Entendemos la meditación como un medio que, a través de su narrativa, tiene como objetivo ofrecer una experiencia corpórea, y por lo tanto material, de las intracciones que emergen en «Una exposició com un conjur».
Proponemos habitar el espacio físico-temporal de la sala y utilizarlo como una analogía, como camino. Límites y no límites. Nuestra presencia > nuestra piel > la sala de proyecciones > la sala de exposiciones; todo es poroso. Podemos ir vinculándonos a través del uso del propio espacio, conectando primero desde el cuerpo para después co-implicarnos con la cualidades sensoriales y materiales de aquello que nos rodea.
La materia tiene diferentes formas de presencia en el mundo. El tiempo es un círculo y, nosotr*s un punto de atención formal, impermanente y mutable. Ecosistemas-organismos-energías-pensamientos-, son fenómenos inmanentes a la existencia. No hay trascendencia posible, solo cambios de atención y forma.
Nuestra capacidad simbólica nos hace creer en ficciones pasadas y futuras alejándonos del presente vivo. En el pasado no puedes respirar, en el futuro, no puedes respirar. Poner atención en el ahora abre nuestra consciencia a la materia que somos con el mundo, y desde ahí, la palabra vibra y funciona como herramienta de acceso semiótico-material.
Ser conscientes de nuestro cuerpo es sentir nuestra presencia como carne del mundo con el mundo desde la cual podernos reaprehender como materias co-implicadas e intra-dependientes. La meditación, como medium, nos ancla al estando abierto del cuerpo inconsciente, donde las fibras de la cabaña Efecte Vora y tú, en algún momento del círculo temporal, fuisteis moléculas de la lengua de Spinoza y ahora, lo estáis sintiendo.